En primer lugar hay que poner un bastidor de madera y tensar el lienzo mediante los tensores triangulares de la parte posterior. A continuación escogemos el tipo de moldura. Una moldura en L es una solución que cada vez se utiliza más en Galerías de Arte. Existe la opción de dejar que se vea el lateral del lienzo o pegar la moldura y que lo tape. Las molduras tradicionales, de madera tallada o plana, «pisan» unos milímetros sobre el lienzo. No es conveniente ponerle cristal para que la pintura respire y esté aireada, pero aconsejamos limpiar y barnizar la pintura cada ciertos años para que no se reseque y que se mantenga en perfectas condiciones. Un restaurador es la persona que mejor puede hacer este proceso.